Paris Photo, de nuevo

La visita otoñal a París, de nuevo, es un «rendez-vous» dulce. Volver a ParisPhoto significa ver mucha fotografía, muchísimos libros y a muchos amigos, nuevos y viejos, o por fin ya no solo virtuales. La cita es también un maratón, tanto hay por ver en pocos días. Intento cada año frenar la ansiedad, y disfrutar del momento, sin sufrir constantemente por lo que inevitablemente me voy a perder. El dulce maratón empezó la primera tarde nada mas bajar del tren con la pequeña pero muy bella exposición conjunta de Guido Guidi y John Gossage en la galería Sage. Invitada por Sadreddine, autor del blog placecliche, pude apreciar tranquilamente las deliciosas fotografías de estos dos grandes maestros.
Llegar este año con un pase VIP gracias al Museo San Telmo ha cambiado las cosas. Poder ir y venir a tu antojo dentro del Grand Palais es muy agradable, y este año lo he disfrutado con más calma, a pesar del mucho público en sus pasillos.

El Grand Palais, como viene siendo habitual, está repleto de joyas vintage que te hacen perder la cabeza, desde Anna Atkins a Talbot, pasando por numerosos Man Ray y una serie de The Americans de Robert Frank. Muchas delicias japonesas, las delicadezas de Daniel Blaufuks, o Bruce Davidson, o la muy bella presentación de la galeria Julian Sander, con obras perfectas de Chargesheimer, o un album de fotografías de Zola.
No es todo lo que se encuentra aquí. Destacaría la galería Vu, presentando a un Israel Ariño desconocido con bellas obras coloreadas , ademas de fotografías de Vanessa Whinship y las muy finas obras de Martin Bogren.
Este año la feria presentaba también la importante sección Elles x Paris Photo, un recorrido entre numerosas galerias presentando obras de fotógrafas, comisariado por Fannie Escoulen, que dío lugar a una pequeña publicación dentro de la feria. Se podían ver desde obras históricas de Lucia Moholy o Julia Cameron hasta las bellísimas cianotipias de Joan Lyons, o las obras más recientes de Carolle Benitah, Katrien de Blauwer, o Ester Vonplon que ya se había podido ver este verano en PhotoEspaña.
Tambien el trabajo sobrecojedor de Sayuki Inoue, en Nap Gallery de Japón, entre muchísimas mas.
La presencia de la mujer este año ha sido destacada, con una jornada de encuentros y lectura del manifiesto «La part des femmes» por Marie Docher y un conjunto de destacadas artistas o figuras de la profesión, como Elina Brotherus o Karen Knorr. Este manifiesto pone en relieve la falta de visibilidad y paridad en la representación de las mujeres entre los artistas de la feria y en las instituciones. Aquí os dejo el texto del manifiesto en francés y en inglés.

Dejar un granito de arena depositado en ese momento es un paso quizá pequeño pero espero que esto sea un punto de partida real y toma de conciencia de un movimiento global y no solo se quede en palabras. Además destacaría que Laia Abril con On Abortion, publicado por Dewi Lewis, ha sido la ganadora del premio Aperture al mejor fotolibro este año, ademas de la mención especial a Pixi Liao para su libro Experimental relationship Vol 1.

Y acercandome a los libros, en el Palais se encuentran también las grandes editoriales, Mack, Aperture , RM o Xavier Barral, Akyo Nagasawa o Radius, L’Artière, Pierre Bessard o la mejicana Hydra acompañada de Libreria Madalena… Esta sección ha sido una vez más la ocasión de poder conocer y saludar a muchos autores y descubrir bastantes libros.
Paris Photo es mucho mas que el Palais, y había mucho que ver en la capital. Inauguraciones, exposiciones, eventos en muchos lugares. He podido disfrutar de parte de las charlas en la preciosa librería Shakespeare and Company, organizadas par Federica Chiocchetti , en particular el encuentro con David Solo hablando de su proyecto en torno a los fotolibros y la poesia, o la presentación el viernes 9 del libro 10×10 ptobooks: How we see- Photobooks by women, a cargo de Russet Lederman, Frédérique Destribats y Iona Fergusson. Un libro importante que llega en buen momento en el contexto actual, del que ya tendré ocasión de hablar ulteriormente.


Ha sido la fatiga, o ha habido menos descubrimientos que te transportan al septimo cielo? Demasiados libros y poca distancia todavía quizá. Sí que había libros esperados, de Bérangère Fromont, de Matthew Genitempo o Leif Sandberg. Novedades japonesas, las de la editorial Journal, o el lanzamiento de la triple publicación de No more no less del tandem Thomas Sauvin/ Kensuke Koike , que ha sido un gran acontecimiento dentro del barco de Polycopies, una vez másmi centro neurálgico durante 4 días. Aquí, aunque no solo, se juntan los editores, libreros, autores y amateurs de todo tipo con el mejor ambiente. Aquí he podido saludar a amigos de lejos y de cerca, la lista es larga! ( Montse, mil gracias por hacer de guardarropía, salón de descanso, salón de té, cafetería y mejor conversación!) Sonia de Dalpine, Patrick Maille, Christer Ek… Aquí he podido ver en 3 metros cuadrados, cerca de Andrea Copetti, a Chris Killip, Mark Steinmetz y Raymond Meeks con Ed Panar y Tim Carpenter, algo que no se me va a olvidar nunca. No hay foto de esto, pero creedme por favor. Y si, puedo confirmar que Meeks es igual de fino y delicado que su fotografía. Aleluya.
Aquí, rodeada de grandes amigos ( Laura Rodari, Patrick Maille, Miguel Leache) he podido ver el maravilloso libro de artista que ha hecho Olivier Pin-Fat con su ya extraordinario en version» normal» Meat, editado por Void, una de las grandes » pequeñas» editoriales de este año. Otro momento fuera del tiempo.
Menos descubrimientos, he comentado, igual por la profusión de libros. Una no llega a abarcar todo, ni con la mayor energía. Entrar en Offprint es saber que te vas a dejar algo, y rezar por que no sea algo de lo que te vas a arrepentir. En la gran sala de la Escuela de Bellas Artes de la rue Bonaparte estaban 130 puestos y editores, algo vertiginoso, como la nueva obra de Tiane Doan Na Champassak, de 2000 paginas. Kominek, Kodoji, Morel Books, Pierre Von Kleist, Roma editions… Lo más dificil es no caer en la tentación, aunque al final te pueda el agotamiento.
Despues de 4 días y algo alterados por la celebración del centenario del armisticio del 11 de noviembre, se cerró la función. Me quedó demasiado sin ver, la fiesta del lanzamiento de los facsimilies de Provoke en Le Bal, la feria de los libros vintage, Approche, parte de Photo Saint Germain… París da para muchas visitas, pero todo a la vez es demasiado para mi cuerpo.
Sí me dió tiempo a ver, acompañada de Christer EK la gran exposición de Dorothea Lange en el Jeu de Paume, con cola de público y grandes fotografías muy conocidas, pero también otras que no lo eran, en maravillosas copias de época.
Tambien me dió tiempo a ver la muy bella exposición de Caravaggio en el museo Jaquemart-André. No solo se vive de fotografía, y hay emociones que bien valen las de los pasillos dorados del Grand Palais.
Acabaré mi visita como ya va siendo habitual en el Palais de Tokyo. La exposición del artista argentino Tomás Saraceno es extraordinaria en todos los sentidos. On air nos transporta a otra dimensión, de poesía y ciencia, abriendo nuevos caminos entre lo humano y lo no humano/posible/desconocido, pasos y trayectorias fantásticas y etéreas, frágiles y sin embargo cargadas de energía natural. Una solo puede quedarse enmudecida y enormemente agradecida ante esta tan bella experiencia.
Una vez más, París ha cumplido sus promesas. Vuelvo cargada de libros y recuerdos para todo un año. Se acaba el cuento como en las mejores historias.
Muchas gracias a los amigos y amigas que me han acompañado en las visitas, en las cenas, en los encuentros y las charlas. A los que no he podido ver pero espero encontrarme con ellos la próxima vez. À bientôt!