Ayer tuvo lugar en el marco impresionante de la iglesia del Museo San Telmo un photobookjockey sobre fotografía japonesa, de la mano de Juan Cires, gran especialista de esta. Juan conoce la fotografía japonesa como (casi) nadie, y en especial su vertiente de fotolibro.
Poder disfrutar de su presencia ayer en la iglesia fue un lujo. Dansu, dansu, dansu resultó ser una suerte de «performance», mezclando imagen, película, sonido y libros, además de lectura de textos.
Japón es un mundo aparte, y como dijo Juan, adentrarse en su cultura es para un foráneo como encontrarse en Marte. Él nos llevó de la mano por su historia , sus tradiciones, por los rincones ocultos de su geografía física o sentimental, todo representado en los libros. Parte de esos eran de la colección de Juan, un tesoro bien guardado que él nos quiso compartir, y la otra parte provenían de la colección depositada en San Telmo, más contemporánea. De esta manera, cualquier representación de Dansu, dansu, dansu es única, aunque Juan ya la haya mostrado en dos ocasiones, en Madrid y Granada.
Los fotolibros japoneses son un mundo especial dentro de los fotolibros, tan arraigado está este medio de expresión dentro de la fotografía japonesa. Esta no se entendería sin el libro, su vía natural de comunicación, casi de existencia.
Ryuichi Kaneko, gran historiador de la fotografía japonesa, gran coleccionista, y participante a su vez a la exposición Fenómeno Fotolibro, murió el pasado mes de julio, y este bookjockey era también un homenaje a su persona, la que más ha obrado para dar a conocer el fotolibro japonés en el mundo entero.
Dansu, dansu, dansu saca su nombre de una novela de Haruki Murakami, y Juan recoge la idea del baile ( dance), para crear una coreografía de imágenes y sonido que van del Butō tradicional a la más feroz experimentación.
Aquí os dejo la lista completa de libros mostrados, por orden de aparición:
Hoy es un día para celebrar, San Telmo Museoa anuncia la compra de 30 libros que vienen a enriquecer la colección.
Se trata de primeras ediciones de grandes clásicos, como American Photographs de Walker Evans, Made in France de Richard Avedon, East 100th Street o Subway de Bruce Davidson o Les Americains de Robert Frank en la edición de Delpire de 1958. También el Life is good and good for you in New York, de William Klein de 1956. Tulsa de Larry Clark, o el hipnótico y elegante Water’s edge de Harry Callahan.
He de decir que me hace especial ilusión contar con la primera edición del mítico Kodachrome de Luigi Ghirri, de Varianti de Guido Guidi o Les plages du Var, de Massimo Vitali, especialmente pensando en la procedencia de todos estos libros, la colección de una persona que durante años ha coleccionado con pasión y un gran ojo para la fotografía y que ha sido para mi maestro y gran modelo. Alessandro Calandra ha juntado una fabulosa colección de libros, y es una gran suerte que podamos contar en San Telmo con algunos de ellos.
Ha
Muy especial es Mother, de la gran autora japonesa Miyako Ishiuchi, ganadora del premio Hasselblad y que ha representado a Japon en la Biennale de Venecia en 2005 con este trabajo.
In the car with R, de Rafal Milach, The cars that ate Bangkok de Philip Blenkinsop,Gomorrah Girl, de Valerio Spada, Miguel Calderon, de 2007 o Interrogations de Donald Weber son libros imprescindibles que faltaban hasta hoy en la colección, y ahora pasan a ser accesibles.
También accesibles son las publicaciones de Antony Cairn, libros especiales y experimentales como pocos.
Habría mucho que decir de todos estas grandes publicaciones, y seguramente volveremos a verlas aquí con calma. Terminaré esta nota corta resaltando que entran a formar parte de la colección los panfletos de propaganda nazi que pudimos ver colgados en la exposición Fenómeno Fotolibro, documentos históricos.
Todos estos libros están en la biblioteca, accesibles para todos, pero con cuidado por supuesto. Son joyas de biblioteca, algunos frágiles… Para mi es emocionante poder verlos de cerca, espero que podáis sentir la misma emoción.
Desde aquí doy las gracias a San Telmo por la voluntad y el esfuerzo en reforzar la linea en pro del fotolibro. Creo, sin falsa modestia, que la colección reunida aquí tiene un gran valor y es un referente a nivel nacional o internacional. También reitero las gracias a Alessandro Calandra, él me enseñó muchas veces a mirar entre libros, compañero de mirada apasionada.
Os invito a ir a San Telmo, a descubrir y pasar tiempo con estos libros, ahora son también vuestros, de todos.
Aquí la lista de libros:
Evans, Walker . American Photographs (1938)
Hoffmann, Heinrich. Winterhilfwerk-heftchen (minilibros para el auxilio de invierno) (1938-c.)
Klein, William. Life is good & Good for you in New York: trance, witness, revels (1956)
Frank, Robert. Les Américains (1958)
Baranowski, Kurt (dir.) . Die Deutsche Volkpolizei (La Police du peuple allemand) (1965)
Davidson, Bruce . East 100th Street (1970)
Clark, Larry . Tulsa (1971)
Ghirri, Luigi . Kodachrome (1978)
Callahan, Harry . Water’s Edge (1980)
Davidson, Bruce . Subway (1986)
Guidi, Guido . Guido Guidi, varianti (1995)
Blenkinsop, Philip . The cars that ate Bangkok (1996)
Vitali, Massimo . Les plages du Var. Les pieds dans l’eau (2000)
Avedon, Richard . Richard Avedon: Made in France (2001)
Ishiuchi, Miyako . Mother’s (2002)
Ohtake, Shinto . UK77, digging my way to London (2004)
Kranzler, Paul . Land of milk and honey (2005)
Johansson, Gerry . Sverige (2005)
Calderón, Miguel . Miguel Calderón (2007)
Donovan, Wylie ; Prus, Timothy . Scrapbook (2009)
Cairns, Antony . LDN (2010)
Milach, Rafal . In the car with R (2011)
Weber, Donald . Interrogations (2011)
Spada, Valerio . Gomorrah girl (2011)
Groschen / Messer . Aus Anderer Sicht = the other view (2011)
La nota de prensa del museo donde se anuncian próximos eventos :
San Telmo Museoa adquiere primeras ediciones de fotolibros de referencia para complementar y enriquecer la Colección Gabriela Cendoya Bergareche
American photograhs de Walker Evans, editado por primera vez en 1938, Life is good & Good for you in New York: trance, witness, revels, de William Klein publicado en 1956, y Les Américains, de Robert Frank que vio la luz por primera vez en Francia en el año 1958, son tres de los 30 libros clásicos de fotografía que el Museo San Telmo ha adquirido para complementar y enriquecer la Colección de fotolibros Gabriela Cendoya Bergareche (GCBC). Esta colección, que ya suma más de 2.700 títulos, está situada en la biblioteca del museo y es de consulta pública y gratuita.
Con el asesoramiento de Gabriela Cendoya, el museo ha comprado también Subway y East 100th Street del norteamericano Bruce Davidson, o Tulsa, de Larry Clark, en su primera edición. La coleccionista afirma que se trata de “documentos importantes que todos podremos ver de cerca. Es emocionante poder pasar las páginas de estos libros -con precaución por supuesto-, son joyas de bi- blioteca, y como tal se van a tratar”.
Made in France, trabajo no muy conocido de Richard Avedon para Harper’s Bazaar en los años 50, es otro ejemplo de la importancia de estas adquisiciones. En este libro de gran formato descubrimos como nunca hasta ahora los secretos del fotógrafo, con anotaciones a mano incluidas.
Los panfletos de propaganda nazi de Heinrich Hoffmann, de 1938, por su parte, son obras históricas que pudimos ver en San Telmo en la exposición Fenomeno Fotolibro y que ahora pasan también a formar parte del fondo de la biblioteca.
Este es el listado de estas primeras ediciones de algunos de los grandes clásicos de la fotografía que ha adquirido San Telmo Museoa:
Evans, Walker . American Photographs (1938)
Hoffmann, Heinrich. Winterhilfwerk-heftchen (minilibros para el auxilio de invierno) (1938-c.)
Klein, William. Life is good & Good for you in New York: trance, witness, revels (1956)
Frank, Robert. Les Américains (1958)
Baranowski, Kurt (dir.) . Die Deutsche Volkpolizei (La Police du peuple allemand) (1965)
Davidson, Bruce . East 100th Street (1970)
Clark, Larry . Tulsa (1971)
Ghirri, Luigi . Kodachrome (1978)
Callahan, Harry . Water’s Edge (1980)
Davidson, Bruce . Subway (1986)
Guidi, Guido . Guido Guidi, varianti (1995)
Blenkinsop, Philip . The cars that ate Bangkok (1996)
Vitali, Massimo . Les plages du Var. Les pieds dans l’eau (2000)
Avedon, Richard . Richard Avedon: Made in France (2001)
Ishiuchi, Miyako . Mother’s (2002)
Ohtake, Shinto . UK77, digging my way to London (2004)
Kranzler, Paul . Land of milk and honey (2005)
Johansson, Gerry . Sverige (2005)
Calderón, Miguel . Miguel Calderón (2007)
Donovan, Wylie ; Prus, Timothy . Scrapbook (2009)
Cairns, Antony . LDN (2010)
Milach, Rafal . In the car with R (2011)
Weber, Donald . Interrogations (2011)
Spada, Valerio . Gomorrah girl (2011)
Groschen / Messer . Aus Anderer Sicht = the other view (2011)
Por otro parte, San Telmo Museoa sigue realizando una programación estable relacionada con el fotolibro, y coincidiendo con las actividades, el horario de consulta habitual de la GCBC se amplía y se abre también los sábados en los que hay programada alguna actividad, de 10:00 a 14:00 horas.
La programación se compone principalmente de charlas-coloquio en las que un/a artista presenta su trabajo, pero además, se ha programado un book-jockey en agosto a cargo de Juan Cires, sobre el fotolibro japonés. Además, a finales de año se ha programado una exposición sobre la Gabriela Cendoya Bergareche Collection, comisariada por el fotógrafo donostiarra Jon Cazenave.
La coleccionista donostiarra residente en Hondarribia Gabriela Cendoya Bergareche llegó a un acuerdo con el Museo San Telmo en el 2017 por el cual depositó su colección de fotolibros (entonces cuantificada en unos 2.100 ejemplares) en la biblioteca para hacerla más visible y facilitar la consulta de las personas interesadas en cualquiera de los volúmenes. A cambio, el museo se comprometió a enriquecer la colección con nuevas adquisiciones y a desarrollar una programación de calidad encaminada a favorecer el conocimiento de este tipo de expresión artística.
Los últimos 8-10 años han sido clave en la evolución del llamado fotolibro o photobook. Antes de estos años ya existían importantes libros de fotografía -y esta colección dispone de algunos de ellos-, pero en esta última década se ha producido una explosión del fenómeno del fotolibro, con muchas autoediciones y creación de nuevas editoriales nacionales e internacionales. La colección Gabriela Cendoya Bergareche refleja de modo fiel este momento especial en el trabajo editorial y creativo de autor, y actualmente es una de las más completas referidas a este periodo.
Bikini diaries. De la serie Showa Diary. Kazuma Obara. Auto editado.
Ha llegado la nueva entrega del japonés Kazuma Obara de su serie Silent History Project. Este proyecto, que documenta los efectos de la Segunda guerra mundial, es, según las palabras de Kazuma, «el proyecto de una vida». Kazuma se acerca a las victimas de la guerra y nos comparte su testimonio de una manera excepcional, en su cercanía, empatía y cuidado en todos sus detalles.
Bikini Diaries es el segundo libro del proyecto, despues de Silent Histories, editado en una primera edición de 45 ejemplares y su posterior reedición por RM este año.
Tapa dura en tela de kimono, (con titulo en papel pegado en la portada) diferente de cada lado. 18,5 x 12,5cm. Leporello impreso en sus dos caras. Papel de arroz japonés, Awagami. Fotografías, Kazuma Obara y archivos personales. Diseño y concepto, Kazuma Obara. Texto en inglés, Kazuma Obara. Impresión laser. 1° edición, numerada, firmada y dedicada en japonés. Tirada 4/10. 2018.
Kazuma Obara ya nos ha acostumbrado a publicaciones llenas de delicadeza. Su trabajo como fotoperiodista es para mi uno de los más honestos que podamos encontrar, y sus libros son la prueba de ello. Kazuma está volcado desde hace unos años en retratar los efectos devastadores de la Segunda guerra mundial en Japón y todos los paises involucrados o afectados por la invasión japonesa. Si Silent histories retrataba a las victimas olvidadas de los bombardeos de Hiroshima, Bikini Diaries trata de victimas más recientes, las afectadas por las pruebas nucleares en el atolón Bikini, de las islas Marshall del Pacífico, en los años 50.
Contada en primera persona, la historia es el relato familiar, contado por su hija, de un operador de radio que trabajó en un barco de pesca despues de ser soldado en la guerra. Pescando en el barco Dainana-Daimaru fue expuesto a las radiaciones el 1 de marzo de 1954 en el atolón Bikini.
Sin grandes efectos nos adentramos poco a poco en la historia de esta familia y su drama, a la vez que conocemos el contexto histórico y el silencio que ha cubierto estos acontecimientos hasta hace relativamente pocos años. El trabajo de Obara da voz y protagonismo a las víctimas directas con pudor y modestia, pero siguiendo siempre un firme rigor a la hora de escribir y transmitir el relato.
Así mismo nos cuenta como utilizó para sacar estas fotografías la antigua cámara del propio pescador, una Ricoh Flex de 1955 que tuvo que reparar, pero dejando moho en la lente para conservar el aspecto de un velo blanquecino en las imagenes, como una vieja catarata…
La tela utilizada para encuadernar el libro es la misma que usan en su trabajo las victimas y heridos de la guerra, y la forma del leporello recuerda los libros donde se ponen los sellos credenciales al visitar los santuarios, los Goshuin-Cho. Cada libro es una forma de rendir homenaje a estas victimas olvidadas, un particular santuario para la historia. Con la vieja cámara seguimos los pasos de los padres de esta chica cuyo nombre no conocemos, pero si sentimos su emoción contenida, el sufrimiento vivido y aún presente al contar estos dramáticos acontecimientos.
Kazuma sigue su trabajo de memoria con su delicadeza dicreta y casi silenciosa, con una finura extraordinaria. Bikini Diaries, segunda parte de una obra que se hace grande e imprescindible. Espero que este volúmen, que tengo la suerte de poseer, pueda ser publicado pronto en una edición de gran tirada.
Ojos que no ven, corazón que no siente, Juan Valbuena. 5 periódicos. Formato tabloide sin grapa, 35×58 cm. 120 paginas. Editorial Phree. 2018
Showa Diary ( version japonesa ). Kazuma Obara.
Tapa blanda. 18×25 cm. Fotografía de archivo y de Kazuma Obara. Texto en japonés. Tirada 10/50. Autoeditado, Kazuma Obara. 2018
Se podrían añadir muchísimos libros a esta lista de tres, innumerables sin duda. Estos son libros llegados a casa recientemente, los que me permiten esta corta reflexión. La memoria es intrínseca a la fotografía, o eso parece. Esta nos permite conservar pequeñas y grandes historias, recuerdos de grandes acontecimientos a lo largo de la Historia con mayúscula, o simplemente detalles de momentos poco relevantes en apariencia, que sin embargo forman parte de nuestra propia vida, de nuestra identidad. Son historias que tenemos que contar para que no caigan en el olvido, pasando en el mejor de los casos de generación en generación. O así lo pretendemos. A menudo solo son fragmentos de vida a lo que aferrarse, intentando no caer en la nostalgia.
De estos 3 libros, 2 tratan de Historia con mayúscula, aunque esta no se haya contado como tal en los libros de escuela. El tercero cuenta una historia personal y familiar vista bajo el prisma de la historia de un país.
En Ojos que no ven, corazón que no siente, publicado por Phree, Juan Valvuena narra la relación entre España y su antigua colonia Guinea Ecuatorial. En el 50 aniversario de la independencia de Guinea, la publicación en 5 periódicos clasificados por orden cronológico, entre archivos, testimonios, reportajes, entrevistas y fotografías del propio autor ( sacadas con teléfono móvil para pasar desapercibido ) es un documento que pone en evidencia el olvido de una historia y un pueblo perdido en los meandros de la dictadura, colonización y descolonización. Ojos que no ven, corazón que no siente, con sus portadas sin fotografías habla de lo que el tiempo y el silencio impuesto han ido borrando. No hay apenas imágenes, los documentos de archivo son pocos o están bien resguardados lejos de los medios de comunicación. Dar la palabra y mostrar las imagenes
Fruto de una beca, este trabajo exhaustivo y denso recoge testimonios en primera persona, entrevistas tanto a españoles/guineanos que viven o han vivido y trabajado en Guinea, como a guineanos/españoles que viven en España. Relatos de experiencias y recuerdos de doble cultura e identidades en tierra de nadie, como dice una de las entrevistadas. Ojos que no ven, corazón que no siente es un trabajo que requiere tiempo, un archivo-documento visual para recordarnos que la historia prosigue hoy delante de nuestros ojos, aunque no lo sepamos o no lo queramos ver. Juan Valbuena continua su trabajo sobre territorios y su memoria, rescatando archivos y acontecimientos escondidos y casi borrados de la Historia colectiva.
De Kazuma Obara acaba de llegar la version japonesa de sus Showa Diaries, un trabajo largo y minucioso sobre las consecuencias de la 3° guerra mundial en los países invadidos por Japón. Kazuma nos ha acostumbrado a trabajos de una enorme honradez ejecutados con mucha delicadeza y gran cuidado en los detalles, como en Silent Histories, primera parte del proyecto, que trataba de las victimas olvidadas después de la bomba norteamericana sobre Hiroshima.
Showa Diary también mezcla documentos de archivo con fotografías personales que Kazuma saca en los lugares mismos del conflicto, o lo que queda de ellos, además de retratar e entrevistar a los propios protagonistas sobrevivientes. Aquí tambien corre el tiempo, la generación que ha vivido la guerra se va haciendo mayor y va desapareciendo. Quedan aún las huellas de violentos acontecimientos en esos lugares, presencias como fantasmas para quien quiera acercarse a ellas y contar su historia. Kazuma lo hace viajando sin cesar, portando su imagen y su voz tenue pero segura.
Seguiremos de cerca las próximas publicaciones de Obara sobre este trabajo, lo que el mismo denomina su «lifelong project». Hasta ahora el fotoperiodista se ha dedicado a retratar lo inefable o invisible a la vista de todos, el sufrimiento callado, el silencio colectivo ante acontecimientos que nos atañen a todos. Showa Diaries es un paso más en su largo recorrido compartiendo una memoria incómoda y sin embargo imprescindible.
Origin es una obra múltiple del portugués Fábio Miguel Roque, en tres libros y un póster a modo de árbol genealógico añadido. La publicación trata del origen de su familia, a través de fotografías encontradas en una caja, y olvidadas por casi todas las personas cercanas. Esa parte escondida de los álbumes «oficiales»hizo que Fábio se planteara revisar la historia de sus orígenes.
Origin es el descubrimiento y cuestionamiento de Fábio frente a esa parte desconocida de su historia, con nombres y acontecimientos extraños, que eran parte de el sin saberlo. Origin es sobre todo el resultado del tiempo sobre la historia familiar y la visión y memoria de Fábio. El álbum que nos presenta el autor es la historia del tiempo y la vida que ha transcurrido en esta familia a la vez que en el papel fotográfico y en la memoria.
Papeles gastados, fotos del revés, anotaciones y retratos en negativo es lo que nos muestra Fábio de su historia familiar escondida. Una parte de la historia solo plasmada en papel que sin embargo ha cambiado la historia de su vida y la percepción que tiene de ella.
El segundo libro, «Prologue» mezcla fotografías actuales de Fábio con otras de su archivo familiar. Aquí se juntan recuerdos personales de sus padres, fotos de la niñez, atravesados por destellos tanto mentales como plasmados en la imagen. Una vida sencilla pasada por el tamiz de la memoria, los recuerdos que quedan sin saber bien porque.
Dice Irina Popova en el prólogo que la fotografía es la única respuesta a la gran pregunta de la vida, es lo que hace de ella la metáfora más cercana a la muerte. La memoria que guarda la fotografía no es la vida, pero sí la vida atravesada por nuestra mirada.
Tapa blanda, con estuche y banda obi con sello japonés Hanko. 30×21 cm. Blanco y negro, 32 paginas.
Fotografías, Emi Anrakuji.
Texto en inglés y japonés.
Encuadernación a mano.
Edición, Rui Ribeiral, Paulo Nozolino.
Diseño, ilhas studio.
Impresión, Lavandaria, en serigrafía con tinta fotoluminiscente, que se ilumina en la oscuridad después de la exposición a la luz.
1° edición, numerada y firmada. Tirada 77/250. Esta, con serigrafía numerada, con sello y firmada 1/5, impresa a mano en la galería in)(between de Paris, en noviembre 2017.
Shinto Co.,Ltd. Portugal. 2017.
Misho es el nuevo libro de la japonesa Emi Anrakuji ( 1963, Tokyo ), un trabajo que nace con su serie 1800 millimètre . Emi Anrakuji, fotógrafa todavía poco conocida,tuvo una exposición en Madrid durante PHE el año pasado en la galeria Blanca Soto con este mismo trabajo. 1800 millimètre es el tamaño de su cama, un espacio confinado en el que se encontró durante largo tiempo debido a un tumor cerebral. Habiendo entonces perdido la vista por la enfermedad, cuenta cómo la cámara se convirtió en sus ojos, redescubriendo el espacio de su cuerpo y lo que le rodeaba.
Misho es un libro intimo y doloroso. Una intimidad hecha de autorretratos desnudos o casi, apenas cortinas, o la cabellera larga de Emi, espejos y reflejos, tapando siempre su rostro. El cuerpo es siempre el centro del trabajo de Anrakuji, siempre el suyo, que retrata con una cámara con retardador de 10 segundos.
En el marco de la habitación las fotografías resultan opresivas. La desnudez, cruda y frontal, sin afectación, «lejos de ser erótica», dice Emi en alguna entrevista, es una búsqueda, la experiencia de un descubrimiento, una transformación. El espectador, mudo e incómodo, se encuentra desarmado. Al fin y al cabo, dice Emi en el texto al final del libro:
Creo que la mayor parte de nuestra vida está hecha de sentimientos negativos- frustración, tristeza, dolor, soledad. Y aunque también experimentamos momentos gloriosos, la felicidad es solamente un placer modesto- mirar al cielo, la belleza de la luz y la sombra proyectada por el sol o la luz de la luna, el aroma de las flores llevado por el viento. Como la consciencia colectiva inherente a esas cosas, mi trabajo no es solo sobre mi- es también sobre Vosotros.
Misho, primer libro editado por Rui Ribeiral, de la librería Photobookcorner, es también un objeto muy cuidado, con su estuche y banda obi y sello japonés, su papel rugoso y espeso serigrafiado, la tinta fotoluminiscente… Emi Anrakuji ha editado anteriormente libros con la norteamericana Nazraeli libros fabulosos, copias de sus libros hechos a mano. Este es también uno de los más logrados, un objeto incandescente.
En caja de madera, hecha a mano. 27x21x6 cm. 2 libros y un facsímil de periódico.
Exposure, tapa blanda, con banda.19×13 cm. Blanco y negro. 96 paginas. Papel Araveal, natural. 5 negativos insertos.
Firmado y numerado. Tirada 29/86.
Everlasting, tapa dura. 19×23,5 cm, color. 186 paginas. 9 fotografías sueltas.
Firmado y numerado.
Facsímil de periódico ucraniano con fecha del 26 de abril 1986, 26×20 cm plegado. 4 paginas.
Caja de madera. Numero de tirada grabado en la caja. 29/86
Autoeditado, Kazuma Obara. Noviembre 2016.
Ya he hablado aquí, hace poco mas de un año, acompañada por Christer Ek en su blog, de una edición que sacaba Kazuma Obara de Exposure, en una tirada de 10 ejemplares. Anunció mas tarde una nueva versión de este trabajo, mas completa, en una obra llamada «30» ( los 30 años que han pasado desde el accidente en la central nuclear de Chernobyl ). https://gabrielacendoya.wordpress.com/2016/04/30/30-de-abril-2016-exposure-kazuma-obara/
También ha salido aquí «Silent histories», reeditado por RM en 2015. https://gabrielacendoya.wordpress.com/2016/01/26/26-de-enero-2016-silent-histories-kazuma-obara/
Kazuma Obara (1985) se dió a conocer por una publicación ( 2012, Lars Muller ) sobre el accidente acontecido en Fukushima despues de un tsunami y la posterior tragedia en toda esa zona de Japón de donde es originario, » Reset. Beyond Fukushima».
Con esta obra Kazuma ha ganado en World Press Photo en la categoría de Gente. Así como podemos dudar de ciertas decisiones del premio World Press estos últimos años, en este caso creo que es intachable.
30 es una obra sobre la memoria. Guardada en una caja que imita una caja postal, es un contenedor para la posteridad. La memoria puede ser lo que nos queda en lo mas adentro, una cicatriz invisible de la cual no nos podemos despegar, como es el caso de Mariia, expuesta a las radiaciones cuando estaba todavía en el vientre de su madre. Enferma de tiróides, ella es una victima invisible, y solo sus palabras reproducidas aquí nos permiten saberlo. «Exposure» es exponer, estar expuesto (a la luz o a las radiaciones…) Kazuma , a lo largo de sus trabajos, se empeña en dar luz a lo que no vemos o no queremos ver ni recordar. La fotografía es una herramienta potente, pero hay que manejarla con delicadeza si no se quiere pervertir o añadir confusión, en el océano de imágenes que hemos visto ya sobre la catástrofe del accidente nuclear.
Kazuma Obara nos obliga a una reflexión, en un viaje de 30 años, desde el año 1986 hasta ahora y mirando al futuro. Cuidando todos los detalles con mucho mimo, desde los negativos de films de la época comprados en Pripyat, el periódico del 26 de abril, hasta el trayecto en tren que hacen todos los días los trabajadores de la central, el mismo durante todos estos años. El tiempo pasa, crecen los hijos, se forman unas parejas, incluso nacen niños, pero todo parece estar igual, con un aroma enrarecido. La cubierta de «Everlasting» reproduce la tapicería de una de las casas abandonadas de Pripyat, y sus habitantes viven ahora en Slavutych, ciudad construida seis meses después de los acontecimientos. Pocos como el consiguen transmitir con tanta finura el peso de los días, la rutina del viaje, el poso del tiempo, contaminado, en los bosques atravesados, la fatiga en el viaje de vuelta.
Como en cualquier otro lugar, la gente va a su trabajo, y vuelve a sus casas cuando acaba el día. Aquí el trabajo es intentar colmatar las brechas, físicas y psíquicas, de un sarcófago construido en 1986 y mantener la máxima seguridad en la central, un trabajo que durará años, «everlasting», para siempre, dice Kazuma. El autor, a pesar de la relación de amistad que ha conseguido establecer con varios trabajadores a lo largo de sus viajes a Ucrania, y cuyas vidas nos relata con fotos personales, no nos cuenta solo las «Silent histories» de Chernobyl, si no cómo la catástrofe sigue presente en sus vidas, y en las nuestras, aunque lo queramos olvidar.
«30», en su caja protectora, su frágil sarcófago, es una carta mandada al futuro, un testimonio de algo que aunque resulta ya apenas visible, sigue conservando un poder de destrucción. Exponerlo a la luz como lo hace Kazuma tiene una fuerte carga simbólica, muy lejos de las imágenes provocadoras o que buscan atemorizar.
«30», relato denso, abstracto, silencioso e irradiante, es un fabuloso objeto para la posteridad.
Se acumulan las publicaciones en la pila de los libros para el blog, y no veo el momento de sentarme a escribir con calma.
En parte por los varios eventos a los que he tenido la suerte de asistir últimamente, y con mucha ilusión por mi parte, como la tercera edición de AutoEdit, en el Centro de Arte de Huarte, mostrando una selección de publicaciones auto editadas lo mas variada posible.
Las primeras ediciones de AutoEdit han puesto de manifiesto la riqueza y vitalidad de la producción de publicaciones independientes de estos últimos años. Al preparar la selección para este encuentro, es evidente que hay mucho donde escoger, de formatos, temas y procedencias muy distintos.
Otro evento muy reciente tiene que ver con los encuentros de los Photobook Clubs, en los que he participado en nombre del PBC de San Sebastian, del que soy miembro. En su 10° encuentro, el Club ha ido hasta el centro Gandagia de Arantzazu, invitado por segunda vez por el festival de fotografía de Oñati, Argi Festibala, en su tercera edición. Argi es un festival dinámico y prometedor, comprometido con la fotografía contemporánea, este año con la exposición estrella de Patricia Bofill bajo el tema Naturaleza y espiritualidad. Los encuentros en Arantzazu son especiales, no solo por la exposición, muy interesante, pero también por el lugar, que tiene para mi una carga emocional importante. Arantzazu no deja insensible, que cada uno entienda como quiera la espiritualidad. El encuentro, este año también, resultó entrañable y enriquecedor.
Ayer, también relacionado con los Photobook Clubs, tuvo lugar el primer encuentro «online»( aunque luego se vio que no era el primero…) de varios clubes de muy distintas latitudes, desde Yakarta hasta Brisbane pasando por Montevideo, Bristol, Mexico o Madrid, y alguna mas. Aún con ciertas dificultades técnicas, espero que sea esta la primera de una larga lista de encuentros, virtuales o reales. Agrandar el círculo siempre ha sido una de mis motivaciones a la hora de emprender este camino en el blog. Bienvenida sea entonces esta iniciativa , y gracias a Jon Uriarte, de Wide Photo Barcelona por lanzar la idea.
Y de los libros que han llegado recientemente, el mas esperado y deseado…
Ravens, de Masahisa Fukase. Mack. 2017.
Tapa dura, en tela serigrafiada, con estuche de cartón. 26×26 cm. 148 paginas. Blanco y negro, y algunas ilustraciones en color.
Fotografías Masahisa Fukase.
Texto, en papel mate, japonés e inglés, Akira Hasegawa ( de la edición original ) y Tomo Kosuga. Traducción Naoki Matsuyama.
Impresión, Optimal media.
Reedición del original publicado en 1986, Sokyu-sha, Japón.
Mack, 2017.
( Pongo aquí todas las fotografías del libro. Perdón como siempre por la mala calidad de mis reproducciones ).
Masahisa Fukase sacó las fotografías que formarían Ravens ( los cuervos ) entre 1975 y 1982, roto y desesperado después de divorciarse de su mujer Yohko. El libro salió unos años mas tarde en 1984, publicado en Japón por Sokyu-sha. Hubo una edición posterior en EE-UU en 1992, que salió con el titulo The Solitude of ravens, y otra reedición por la galeria japonesa Rathole en 2008.
Fukase, nacido en 1936, había publicado algunos libros antes de Ravens, en particular Yohko, dedicado a su mujer, que fotografió sin cesar, o otro de fotografías de su gato. En 1992 sufrió un accidente y cayó en coma, viviendo en ese dramático estado hasta 2012, año en que murió.
Ravens fue considerado pronto como uno de los libros mas importantes publicados en el Japón de la posguerra, o simplemente como uno de los libros mas bellos jamas publicados. Hoy nos llega por fin, para todos los que no habíamos podido ver de cerca estos libros, esta reedición de la editorial Mack.
Se ha escrito mucho sobre este libro, y hay que contar su oscuridad la mas profunda, su belleza y terrible sentimiento de abandono, su tristeza sin fondo. Los cuervos son en Japón ( y fuera de el también) sinónimos de mal augurio, y Fukase los persiguió durante cerca de 10 años, buscando en ellos una señal de maldición, unos compañeros de desesperanza ( llegaría a decir que se había convertido en uno de ellos ), o simplemente quiso entender cómo la negrura podía encarnarse en las aves que, como lluvia, teñían el paisaje a la vez que su alma.
También se ha dicho que Ravens era la alegoría de Japón después de la derrota de Hiroshima, y los cuervos, con sus alas como aviones, tan amenazantes como los propios bombarderos que aparecen en el libro, no son sino los portadores del mal, como las nubes o el cielo tan bajo que parece tragar la tierra.
Ravens es el negro mas profundo, la nieve menos pura, la luz mas fantasmal, y la presencia humana mas enigmática y extraña. Sombras o siluetas que parecen irreales, apariciones venidas de otro mundo, o atravesando este sin rumbo. Jóvenes estudiantes absortas por el mar, atrapadas por el viento. Solo la presencia frontal, evidencia de vida, a pesar de tener los ojos cerrados, de la mujer desnuda, podría hacer sombra a los pájaros, traer algo de quietud. Pero esta se encuentra presa entre un gato asesino y las vísceras de pescado…
La naturaleza es inquietante en las fotografías de Ravens, solo trae temor, podredumbre y muerte, no hay renacer posible para Fukase, solo destrucción y fuego, y, como alma en el Infierno de Dante, una errancia eterna.
Entrar en Ravens es atravesar el umbral a un mundo que sabemos existe, el cuervo nos acompaña a lo largo de nuestra vida, el infierno de la soledad y la perdida. Las fotografías de Fukase, tan bellas y mortíferas, nos llevan de la mano hasta llegar a la descomposición del ser, a transformarnos en cuervo, en un camino estremecedor.
Porqué entonces he sentido una ligera decepción? Al recorrer las paginas y el tacto un poco frío del papel, pienso que este no consigue traducir el sentimiento de abandono como creo que debería, o quizás como lo haya simplemente soñado yo… He sentido un poco de desaliento ante un trabajo de tal carga emocional y calidad, deseando un objeto que esté mas a la altura de lo que sentimos en las fotografías de Fukase. Esa primera impresión se va esfumando en las brumas, y me hace pensar que aunque esta no sea la mejor edición posible, es la que nos permite a muchos acercarnos a una obra imprescindible.
«Por mí se va a la ciudad doliente,
por mí se va en el eterno dolor,
por mí se va con la perdida gente.
La justicia movió a mi alto hacedor:
Hízome la divina potestad,
la suma sabiduría y el primer amor.
Antes de mí ninguna cosa fue creada
sólo las eternas, y yo eternamente duro:
¡Perded toda esperanza los que entráis!»
Estas palabras de color oscuro
vi escritas en el dintel de una puerta:
Y dije: Maestro, su sentido me es duro.» Dante. El infierno, Canto III.
Diseño gráfico, Tres Tipos Gráficos. Preimpresión, La Troupe. Impresión y encuadernación, Grafilur.
Traducción, Art in Translation.
Papel, Creator Vol 135 gr y 250 gr. Sobrecubierta, plástico flexible de 400 micras.
1° edición, firmada. 2017, La Fábrica.
Wannabe es la primera publicación de Elisa González Miralles ( Madrid 1978 , cofundadora de MadPhoto, ganadora del Fotopres de La Caixa en 2011 ), un trabajo que se ha gestado durante 4 años antes de salir en forma de libro, editado por La Fabrica.
En él Elisa nos habla de como una sociedad puede encerrar a unos individuos, en este caso mujeres japonesas, en unos roles deshumanizados y predeterminados. La sociedad japonesa es fascinante y misteriosa en su mezcla de tradición y modernidad rabiosa. El tiempo parece dividirse entre una huida hacia delante, sin frenos, y un reloj parado entre las paredes de una cueva, atrapado en un sinfín de estereotipos, ceremonias milenarias y roles confinados. La mujer es victima y protagonista en esta sociedad.
Puede resultar aterrador el retrato que nos da aquí Elisa, en un libro encapsulado en vinilo, metáfora perfecta de lo que retrata. Desde el fuerte olor que despide el plástico rosa y el retrato en primer plano, nos adentramos de golpe en un mundo entre liquido amniótico y rojo pasión, entre carne y silicona, entre vida y muerte.
Elisa retrata a las mujeres muñeca sobre un fondo negro, ensimismadas, perdidas en una realidad inconsciente. Envenenadas por el mismo veneno que desprende el pez globo, tan apreciado por los japoneses, y cuya carne puede matar si no se sabe manipular. Entremezcladas con fotografías de muñecas sexuales de silicona, las chicas retratadas por Elisa son seres sin voluntad presas de una estética impuesta.
Wannabe contiene muchas capas y muchas lecturas, tantas como texturas, como la piel que podemos sentir bajo la capa de plástico. En el confinamiento en el que se mueven los peces, su belleza mortífera, la pasión que producen, se retrata la toxicidad de una sociedad. Japón bien se puede extrapolar, es aquí el modelo de una enfermedad que atañe a un mundo cegado por un ideal de eternidad, una estética plástica en la que la mujer está sumisa al hombre y encerrada en su propia vulnerabilidad.
Desaparece la identidad, el cuerpo no es mas que un envoltorio hueco, como el globo, como las muñecas hinchables. ¿Como rebelarse contra este estado? ¿Es posible salir de este confinamiento cultural? El encuadre de las fotografías nos dice la dificultad de escapar y romper el molde.
Wannabe nos habla de deseo, de sexo, de sumisión…en una sociedad como es la japonesa, pero también nos dice mucho de lo más íntimo del individuo. De anhelos y frustración, miedos y abandono ante el rol que la sociedad impone a la mujer. Nos habla mucho, y sin palabras, de una tremenda soledad, aterradora. En rojo y negro, entre pasión y muerte, se encuentra Wannabe.
Void. Naohiro Utagawa/ Yoshi Kametani. Autoeditado.
Tapa blanda, espiral. 22,5 x 19 cm. 86 paginas.Color.
1° edición. Tirada 100
Autoeditado. 2016.
Void, el vacío, editado por dos jóvenes fotógrafos japoneses. Utagawa forma parte del colectivo Spew, que ya hemos visto aquí. Se ha podido ver su trabajo en Foam Talent, o en la exposición «New Japanese Photography» en Londres. Ha publicado varios libros, auto editados. Kametani, establecido en Nueva York, también ha publicado varios libros, entre los cuales el muy interesante Played, con Editions du Lic, en 2016.
Void, una respuesta fresca y provocadora para los tiempos que vivimos. Este vacío, como metáfora de un tiempo que tiene que ser iconoclasta, y buscar nuevos caminos. Partir de la nada, del despojo, para liberarse de los excesos. Reírse de lo establecido y de la ironía hacer un arma. Pervertir lo que adoramos.
¿La era del plástico (la nueva Plástica), aliada a la imagen liquida? Imagenes de tubos, botellas y recipientes son las representaciones del «buen gusto». El vacío nos coloca frente al vértigo, a punto de perder el equilibrio. Es un envoltorio absurdo, como una promesa, como una caja de Montalbetti.
Void, o el vacío inmenso de lo desechable, la vanidad del tiempo en un guiño a la nada. El vacío, para seguir creyendo, para seguir creando.
A modo de balance, propio a esta época del año, repaso el blog y compruebo que ha habido libros de todo tipo aquí a lo largo de estos meses. Aunque esta pagina no tiene vocación a mostrar todo el panorama actual de los fotolibros, veo un conjunto ecléctico, con algunas tendencias marcadas. Hay muchos libros…y faltan tantos !!! Cada uno es un descubrimiento, una cajita abierta y quizá, un tesoro dentro.
Escribir esto ahora después de los acontecimientos de ayer no es facil, y la sensación es incómoda… El año que acaba ha sido fuerte en conmociones, preguntas, miedos y dudas. Muchos libros nos interrogan sobre el mundo en que vivimos, convulso, aterrador, lleno de incertidumbre. Desde el punto de visto de la imagen, su alcance y significado, desde nuestra propia identidad y el lugar que ocupamos, con desaliento, desesperación, rabia o impotencia ante lo que ocurre alrededor nuestro. Desde nuestra vida intima, nuestros desórdenes emocionales o afectivos…
Los libros no nos dan las respuestas, solo plantean mas preguntas. Abren puertas. Provocan desasosiego, desestabilizan. En el mas suave de los casos, nos confortan y alivian, nos ayudan a entender el mundo.
Como la música, unos días necesitas los libros alegres, otros días buscas los tristes. Como salir a ver el mundo o refugiarse en lo cotidiano. Aguantar un temporal o buscar la calma.
Los dos libros que enseño hoy vienen de Japón. De alguna manera, muy distinta, hablan los dos de resistencia y redención. De la vida posible después de la muerte. Siempre quedará la posibilidad de una imagen, su emoción, su poesía.
Uno, DaisukeYokota, lo hace quemando lo viejo y de ahí sacando una obra nueva. Con radicalidad y violencia, sin miedo a destruir su antiguo trabajo, en Matter/ Burn out, el fuego es el artífice ante la cámara. Del fuego sale una meditación sobre la materia, su estructura y su intensidad, su belleza orgánica, casi animal, su fuerza, su victoria sobre el tiempo.
Unas secuencias que me recuerdan al libro Requiem, de Bertok…
Miho Kajioka( Japón, 1973), sigue un tiempo mas lento, tiene otras armas, no menos intensas. La belleza de sus imágenes, casi imperceptibles por momentos, silenciosas, deja sin aliento. Pero afloran las siluetas de un paisaje desolado, el de Fukushima, como fantasmas, a punto de desaparecer.
La vida es tenue, pero florecen de nuevo los cerezos. Su fotografía es serena, y tan delicada que parece un sueño, como lo es la vuelta de los bellos pavos reales desaparecidos. Nos enseña la belleza, incluso en una tierra baldía. En tiempos como los de hoy, esta dulzura me da sosiego.
«We chose the way to walk ahead. The energy will come to us if we try to make the dream into a good dream. We shall walk all the ways We chose the way to walk ahead The energy to do our best If we spread our courage to everyone They will give us more courage It must be possible if we try The energy will come to us if we try/if we try, If we try and if we try The energy will come to us.»
Avanzar hacia lo nuevo y desconocido, sin temor, con ligereza, es uno de mis propósitos para el año nuevo. Seguir viendo, y compartiendo, nuevas imágenes. Aunque el año que viene entrarán menos libros, porque así está la situación…no será con menos ganas e ilusión. Y espero pronto, con proyectos nuevos ! Os deseo a cada uno, con la misma energía, encontrar lo que buscáis, o soñáis, nuevas imágenes, un libro nuevo, una exposición, o un trabajo. Aquí seguimos viéndonos, si os apetece. Felices fiestas a todos !
Let’s start a fire ! Let us burn 2016 !!! Let’s start from new ! Beauty, energy, and peace of mind, that’s my wish for everybody… Happy Christmas, (or whatever you want to celebrate), for all of you, photobooks freaks ! Greetings from Hondarribia !