5 de agosto 2017, infancias. Haus hof land, Brigitte Bauer. Ser de la Cala, Gerard Boyer.

 

Haus Hof Land, Brigitte Bauer. Analogues . 2017

Tapa dura. 21×21 cm. Color ( una foto en blanco y negro). 72 paginas. Texto en hoja separada, alemán y francés.

Fotografías, Brigitte Bauer.

Concepción gráfica, Charlotte Devanz. Fotograbado, Terre Neuve, Arlés.

Impresión, Horizon, Gémenos.

Analogues, Arlés. Junio 2017.

Tirada 600.  Esta edición, firmada, con 3 postales.

 

Ser de la Cala, Gerard Boyer. Fuego Books. 2017

Sin tapa, con camisa, tapa blanda. 32×22,5cm. 64 paginas, color.

Texto, en papel distinto, Josep Pla, 1956. En catalán, español e inglés.

Fotografías, Gerard Boyer Ballesteros.

Concepto, edición y diseño, Gerard Boyer, Ignasi López, Román Yñán.

Dirección artística, Ignasi López, Román Yñán.

Impresión, CeGe.

Tirada 500. Firmado.

Fuego Books. 2017.

 

 

 

Hoy dos libros muy distintos y de procedencia casi opuesta, pero que nos llevan los dos al territorio de la infancia.

Brigitte Bauer es una fotógrafa de origen alemán (1959, Schwabniederhofen, Alemania) , aunque vive y trabaja en Arlés desde 1987. Es profesora de fotografía en la escuela de Bellas Artes de Nîmes. Ha publicado ya varios libros. En D’Allemagne, ( Ed. Images en manoeuvres, 2003 ), ya rememoraba su juventud alemana.

Gerard Boyer, (1974, L’Ametlla de Mar), vive en Tarragona. Ser de La Cala es su primera publicación en solitario, después de su participación a Ourobouro, Códice para un hilo circular, publicado por La Kursala en 2014.

Dos libros muy distintos, decía. Uno nos lleva al norte, a la fría Alemania y sus inviernos nevados, otro a la soleada y marítima Tarragona. Los dos sin embargo nos hablan de la infancia y sus recuerdos, ligados a un lugar preciso.

El tratamiento es bien distinto también, mas conceptual en el caso de Gerard, donde los recuerdos se mezclan con fotografías actuales con un diseño que nos hace reflexionar sobre el tiempo pasado  y nuestra propia memoria.

Brigitte nos presenta un muy bonito libro cuadrado y mullido, como eran ( siguen siendo ) los libros para niños. Haus Hof Land es casa, granja, tierra. Hogar, y a su vez  país, que tuvo que dejar por alguna razón. Los recuerdos de su infancia parecen mas melancólicos que los de Gerard, quizá por ser la vida mas austera en esa granja alemana, quizá porque era otra época, algo mas lejana. La mirada de esa niña vestida de domingo es un poco triste, para nada es el reflejo de una niñez despreocupada e inocente.

 

Son dos vidas muy distintas, pero los dos libros nos hablan de un lugar que nos ata a la infancia. Son espacios con límites, rodeados de objetos familiares, pequeños rituales. Juguetes, columpios, bicicletas, campos. Ir a pescar, ayudar en la granja. La infancia de Gerard parece alegre, feliz y despreocupada. Aunque según nos adentramos en su libro, este se hace mucho mas silencioso y aflora una nostalgia al recorrer caminos ya solitarios. La de Brigitte está ligada también a otro territorio, otro país, su desarraigo es mayor y nos habla de otra pérdida, otra frontera entre la infancia y la edad de adulto.

 

Las fiestas de cumpleaños se parecen en todos los sitios, pero el sentimiento que nos dejan las fotografías de Brigitte es, sutilmente, el de un mundo mas confinado y recluido, y la carreta que vemos aquí aparece como un símbolo de la voluntad de escapar y buscar otra vida.

 

 

Mas que las fotografias de Gerard y sus impresiones mas furtivas, las imágenes cuadradas de Brigitte nos remiten a momentos precisos, instantes que quedan marcados para siempre en nuestra memoria,  etapas de una vida pasada que sin embargo nos acompañan, con el recuerdo de las personas que lo protagonizan. La mirada de Brigitte describe otro lugar y otro tiempo, un espacio emocional e interiorizado. Apenas hay aquí palabras y sonidos, fuera de los de los acontecimientos externos, o de la televisión en la sala, cuando en el libro de Gerard podemos llegar a oir risas de niños, gritos de emoción…

 

Brigitte, de una manera que a mi me resulta conmovedora, añade las palabras que faltan en una lista separada: eclipse, hierba, vela,cumpleaños, establo, caracol, bosque , ventana, leiter, mädchen, spiegel, silence…

 

El tiempo pasa en las fotos de Gerard y deja huellas borrosas y amarillentas. Ya nada será lo que fue, por mucho que recorramos los mismos lugares. Durante ese camino los niños se han hecho hombres, y no hay vuelta atrás. La pérdida es parte de la vida, sin ella no podemos avanzar. Estos dos libros tan distintos, que reúno aquí por la gracia de un encuentro y desencuentro de Arlés, no hablan de otra cosa.

Los lugares de la infancia han hecho de nosotros lo que somos, para bien o para mal. Algunos los llevamos con nostalgia, otros luchan contra ellos a lo largo de su vida. Dos libros entrañables.

http://brigittebauer.fr/fra/serie_gd/haus-hof-land

http://brigittebauer.fr/fra/publications/haus-hof-land

http://www.lacritique.org/article-le-temps-balbutiant-des-images-d-enfance?var_mode=calcul

http://www.gerardboyer.info

http://www.fuegobooks.com/product/ser-de-la-cala

 

 

 

 

Deja un comentario